Subida a la Cruz del Romero
Si
nos hemos decidido a realizar la ruta que describimos el mes pasado, el Canuto
del Risco Blanco, una vez alcanzadas las cotas altas del sendero, podemos hacer
un nuevo esfuerzo y alcanzar la máxima cota de la Sierra del Niño que es la
Cruz del Romero, con una altitud de 781 metros sobre el nivel del mar. El
trayecto total será de unos 14 kilómetros que podemos considerar de dificultad
media y requiere una buena resistencia física y habilidades de orientación en
el campo.
Nos
orientaremos por un muro de piedra que marca el ascenso hacia la cumbre. Se
trata del límite entre los términos municipales de Los Barrios y Tarifa.
Abandonamos la vegetación lujuriosa del arroyo y tomamos como camino un
cortafuegos que nos llevará hasta la cima. En algunos tramos el ascenso se hará
bastante duro y exigente y habrá que pasar por pasos algo complicados. La
vegetación de matorral domina el paisaje y algunos árboles aislados nos indican
con su forma la enorme fuerza del viento de Levante.
El
sendero no está señalizado, pero no hay mucho problema en seguirlo, a veces de
forma intuitiva, porque no hay desvíos y la cumbre se vislumbra casi de
continuo. Según subimos la ruta se vuelve más llana y nos da un respiro. La
Cruz del Romero se encuentra en la parte más alta de una gran masa de arenisca
que tenemos que subir para llegar al vértice geodésico que marca la cumbre de
esta sierra. Recientemente, un grupo de personas de Los Barrios, ha restituido
la cruz que presidía estos peñascos.
Si
tenemos la suerte de tener un día claro, podemos disfrutar de unas vistas
inmejorables de la belleza natural de nuestra comarca. El Peñón de Gibraltar,
la Bahía de Algeciras y las poblaciones aledañas nos aparecerán a levante, al
norte contemplaremos Sierra Sequilla y a lo lejos la serranía de Grazalema. Si
nos aparece la niebla, con todas las precauciones debidas, podemos disfrutar
también de las formaciones rocosas cercanas que conforman una filigrana de
formas caprichosas, toda una especie de museo de la arenisca que, con la
neblina, adquieren un aspecto fantasmagórico de indudable belleza. Entre estas
formaciones destacaremos el Arco del Niño, un enorme puente de arenisca
excavado por los elementos meteorológicos al paso de miles de años.
Como
advertimos en la anterior colaboración, es imprescindible la solicitud de
permisos para poder realizar esta ruta y debemos extremar el cuidado y el
respeto para que estas maravillosas cumbres sigan manteniendo su prístina
belleza.
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