La Motilla

 


DURACIÓN TOTAL: Unas seis horas.

 FECHA REALIZACIÓN:   Sábado 5 de Noviembre  de 2005

 PARTICIPANTES: Harry Emberley, Juan Rodríguez, Jorge Emberley y Fernando Aragón 


El itinerario lo iniciamos pasado Jimena, tomando el cruce a la izquierda, en dirección a Ubrique y Puerto Gali. Cuando observemos un cartel que indica que entramos en la Provincia de Málaga, a unos 200 metros veremos a la derecha, una pequeña zona de cemento que conduce a una  cancela que normalmente suele estar abierta.



Entraremos en un carril perfectamente transitable con un todoterreno. Nosotros avanzaremos unos 5 kilómetros hasta encontrar el cruce que recoge la fotografía y tomaremos el camino de la izquierda. El de la derecha continúa hasta Cortes de la Frontera.



Siempre a la izquierda, encontramos una señal de la Junta de Andalucía que hace referencia al “Plan de protección y potenciación de los refugios de quirópteros cavernícolas” del Complejo Kárstico  MOTILLA – REMBLAZO.

Continuaremos hasta ver las rocas calizas emergente en un magnífico paisaje. Aparcamos el coche y proseguiremos a pie el descenso de una gran pendiente por un terreno escarpado y con gran presencia de jerjenes que hace imprescindible el uso de mangas largas para proteger los brazos.

 


Siguiendo el curso de un arrollo ( ahora completamente seco ) llegaremos  a la Boca  del Parralejo  donde se forma una charca con cascadas del agua que se precipita hasta desaparecer en la entrada de la cueva que da cobijo a varias especies de murciélagos, y vuelve a aparecer por el otro lado de la montaña. El paisaje es – a pesar de la ausencia de agua – digno de visitar. La subida se nota bastante dado lo pronunciado de la pendiente y la presencia masiva de los ya mencionados jerjenes.

En sus proximidades aparcamos el coche iniciando nuevamente un descenso tomando el camino que medio se  aprecia después del segundo árbol hacia la izquierda



 
Este camino va siguiendo el cauce de arroyos, también secos hasta llegar a la charca del Ramplazo  de aguas sulfurosas. Su apariencia es blanquecina – azulada y desprenden el olor característico (huevos podridos) de este tipo de aguas. A pesar de la sequía, el agua emana de varios manantiales y la charca permanece viva y con gran presencia de galápagos y ranas. La vegetación es tupida en sus márgenes y las zarzas colgantes abundan por los bordes del agua.



 El lugar es magnífico para realizar fotografías ya que tanto la luz como el aspecto  del agua nos producen un colorido muy singular. Los reflejos en el agua y la abundante vegetación otoñal se prestan igualmente a que disfrutemos sin límites disparando nuestras cámaras.


 

Luego cruzamos sin  problemas y pasamos al otro lado para iniciar el ascenso de regreso. Este mucho más fácil, con menos pronunciamiento y casi completamente libre de obstáculos.  Podremos ir viendo  la otra cara de la formación caliza, más escarpada si cabe. En ella observamos perfectamente la presencia de abundantes buitres, ciervos y cabras montesas.




 






Finalmente llegaremos al coche e iniciaremos el regreso dando por finalizado el itinerario.




REPETICIÓN DE LA RUTA 15 AÑOS DESPUÉS…

15/ENERO/2020

 

PARTICIPANTES: José María Campos, Harry Emberley y Fernando Aragón.

Ruta descrita anteriormente descrita y realizada hace, nada más y nada menos que 15 años... En aquella ocasión vinieron también Juan y Jorge. Todo tal cual está descrito. La foto del cruce y el cartel continúan exactamente igual... Nosotros sí hemos cambiado algo...






  Lo que no escribí es la dureza del camino.  Subidas de fuertes pendientes con desnivel (según programa del decano, equivalentes a una altura de 30 pisos)... y luego las zarzas colgantes que te quedas enganchado y las piedras rodadas por el cauce del río... También han colocado una alambrada que tuvimos que pasar arrastrándonos por el suelo. El color del agua no era el mismo. Mucho menos acentuado el azul, que ha sido retocado en el proceso de revelado. A la cueva no llegamos a subir porque el tiempo se nos echaba encima.


 

Las fotos muy difíciles de hacer ya que la luz era muy dura y con mucho contraste entre zonas de mucho sol y otras totalmente en sombra. Prácticamente todas, testimoniales. Gran caminata pero llevada bastante bien. Paisaje precioso. 




El coche lo tuvimos que dejar un poco antes del cortijo que ya tiene una cancela pero está deshabitado. Los carriles bien excepto algunos pequeños tramos. En todo el día nos encontramos con gente...


 

Sobre las siete llegamos al CEP después de un gran día de contacto con la naturaleza en estado puro.

 Veremos a ver como la volvemos a hacer dentro de otros 15 años … je,je,je …

 

 

 



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