La colada de la costa
Las
vías pecuarias eran rutas trashumantes que seguían los pastores con su ganado
para cambiar las zonas de pasto entre las distintas estaciones del año. En su
origen se distinguían distintas denominaciones según la anchura de las mismas.
Las mayores eran las cañadas, que medían 90 varas castellanas (75,22 metros),
luego venían los cordeles, con 45 varas (37,61 m.) y las veredas, con 25 varas
de anchura mínima (20,89 m.). Las rutas para el ganado de menor anchura se
llamaron coladas. Dado que, en la actualidad la mayor parte del transporte del
ganado se realiza en camiones o en ferrocarril, estas vías quedaron en desuso y
muchas de ellas, como la que nos ocupa, pasaron a ser senderos aprovechados
para el ocio y el contacto con la Naturaleza.
La
llamada Colada de la Costa, que en tiempos pasados facilitaba el movimiento de
ganado entre Tarifa y Algeciras, discurre entre estas dos ciudades. Podemos
dividir el trayecto en dos partes: Tarifa- Guadalmesí y desde aquí a Punta
Carnero. En este artículo nos vamos a centrar en la parte occidental de la
ruta.
Comienza
el sendero a poco de pasar el Puerto de Tarifa en dirección Este y corre
paralelo al frente litoral Norte de Estrecho. La vegetación, en consonancia con
los fuertes vientos dominantes en la zona, está formada por arbustos, matorral
bajo y pastizales. En todo el trayecto podemos contemplar, si hace viento de
Poniente, la majestuosidad de la costa africana en todo su esplendor. Al inicio
nos separamos un poco de la línea de costa para sortear un par de arroyos por
sendos puentes, pero volvemos a ella en poco tiempo. En dirección Norte
encontramos el monte Camorro, donde está emplazado el edificio de Tarifa
Tráfico, desde allí se encargan de regular el tránsito de buques de uno de los lugares
con más densidad de paso marítimo como es el Estrecho.
Uno
de los mayores atractivos de este sendero es poder visitar, en bajamar, las
interesantes formaciones geológicas llamadas flysch, que son rocas de origen
sedimentario constituidas por capas alternadas de material duro como areniscas
y calizas y otras capas de material de menos dureza como margas y arcillas.
Como efecto de la erosión y la distinta resistencia al mismo de los materiales,
se produce una plataforma de abrasión que iremos viendo a lo largo de la ruta,
si no están sumergidas en la pleamar.
Siguiendo
la ruta nos situaremos en la punta de Oliveros, donde se encuentra el punto
donde el Estrecho tiene la menor distancia (14 kilómetros) al continente
africano, concretamente en Punta Cires.
Muy
cerca de la desembocadura del río Guadalmesí, encontramos un observatorio
ornitológico que nos recuerda la enorme importancia de esta zona en la
migración de aves. Tampoco es difícil encontrar marcas territoriales de nutrias
que bajan desde los arroyos y ríos hasta este lugar de la costa.
Por
último, nos encontraremos con la torre vigía de Guadalmesi, edificio histórico
del siglo XVI, construida en la desembocadura de este río para vigilar,
defender y evitar el abastecimiento de agua dulce de los barcos berberiscos en
sus incursiones en esta zona ya que es el único de carácter permanente que
encontraban cercano a la costa.
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