Los cetáceos en el Estrecho de Gibraltar



Los que vivimos en el área del Estrecho de Gibraltar somos unos privilegiados. Es un punto caliente tanto en Historia como en biodiversidad. Es un lugar de cruce de culturas y de rutas migratorias tanto de humanos como de animales. Dos continentes se encuentran de norte a sur y dos mares de este a oeste. La riqueza cultural y biológica que entraña esta situación es incalculable. Daría lugar a cientos de artículos tan solo describir esta riqueza. En estas aguas del Estrecho vive un grupo de animales que solo con poder observarlos alegra el día a los que deciden hacer esta travesía. Nos referimos a los cetáceos; siete son las especies que podemos observar con regularidad en este entorno.

 El delfín común (Delphinus delphi) es un delfín de diseño muy atractivo. La parte dorsal es gris oscuro mientras que la parte ventral es clara. En los flancos se cruzan dos óvalos: el delantero es de color crema y el trasero de color gris, formando una V característica. La aleta dorsal es triangular o en forma de hoz. Suele medir de media alrededor de los dos metros y pesar unos 120 kg. Su alimentación, como en la mayoría de los delfines, consiste en peces y moluscos. Es residente en la zona todo el año y se pueden observar también en la Bahía de Algeciras. El delfín listado (Stenella coeruleoalba) tiene un tamaño y peso parecido al delfín común aunque su diseño de color es distinto. Comparte el contraste de dorso oscuro y vientre claro mientras que en los laterales muestra una franja gris azulada clara desde la cabeza hasta el nacimiento de la aleta dorsal. Detrás del ojo tiene tres líneas oscuras, una de ellas larga y otras dos cortas. La aleta dorsal en forma de hoz. Todo el año está presente en nuestra zona, a veces interactuando con el delfín común formando grupos mixtos. 
Al igual que el común se puede observar en la Bahía. El delfín mular (Tursiops truncatus) alcanza un peso y un tamaño considerable, pudiendo alcanzar a veces, e incluso superar, el doble en los ejemplares adultos a los dos anteriores. 
La coloración general es grisácea, más oscura en el dorso y clara en el vientre, sin dibujos en los flancos. Es el típico delfín de los delfinarios, donde se les encarcela y se les enseña a hacer las tonterías que tanto nos gustan a los humanos. En el estrecho viven todo el año y, según nuestra experiencia personal, no suelen entrar mucho en la Bahía, donde solo en contadas ocasiones hemos podido observarlos. Calderón común (Globicephala melas). El nombre científico nos indica una de las características físicas de este cetáceo: cabeza negra en forma de globo. El color general es gris muy oscuro con una mancha clara en el pecho. La aleta dorsal tiene forma de hoz y las pectorales son bastante largas. Lentos de movimientos, se pueden observar flotando en grupos en la superficie del mar. Pueden llegar a los 5 ó 6 metros de longitud y pesar hasta más de tres toneladas. Viven todo el año en las aguas del Estrecho. Personalmente nunca los hemos podido ver en la Bahía. 


 La orca (Orcinus orca) es el de mayor tamaño y peso de los delfines, pudiendo los ejemplares adultos alcanzar los 10 m de longitud y un peso de 9.000 kg. El color es negro con diseño blanco en el vientre y manchas oculares también blancas. Tras la aleta dorsal muestra un dibujo grisáceo con la forma del signo de Aries. Las aletas dorsales son enormes: mayores y afiladas en los machos y más pequeñas y en forma de hoz en las hembras. Las aletas pectorales son redondeadas. En el Estrecho pueden verse prioritariamente en los meses de Julio y Agosto, donde acuden a alimentarse aprovechando la migración prenupcial del atún rojo. Hay grupos que aprovechan de forma inteligente las capturas de los pescadores y les arrebatan las piezas una vez enganchados en los anzuelos. 

Podemos encontrar al cachalote (Physeter macrocephalus) en el Estrecho durante todo el año. No suele entrar en la Bahía aunque existen algunas citas de avistamientos. Es el más grande de los odontocetos (cetáceos con dientes) llegando a las 50 toneladas de peso y unos 18 m de longitud. Suele buscar su alimento, consistente en grandes calamares, en las profundidades marinas; es un gran buceador pudiendo aguantar la respiración por más de una hora. El color de su cuerpo es gris oscuro y posee una enorme cabeza; no tiene aleta dorsal teniendo en cambio una especie de crestas en la cola, terminando en una enorme aleta caudal. El espiráculo se sitúa a la izquierda de la cabeza, emitiendo el chorro respiratorio hacia ese lado, lo que le identifica en la distancia aunque no son fáciles de ver. 

El rorcual común (Balaenoptera physalus) es un animal enorme, solo superado en tamaño por la ballena azul. Alcanza los 25 m. y un peso de hasta 80 toneladas. La parte dorsal del cuerpo es gris oscuro con la parte ventral blanca, así como la parte inferior de la mandíbula, las aletas pectorales y la aleta caudal. La aleta dorsal es pequeña en relación al cuerpo y tiene forma de hoz. El soplo respiratorio es recto y alcanza gran altura. Suele tener una marca en forma de V detrás del espiráculo y una curiosa asimetría consistente en una mancha blanca a la derecha de la mandíbula inferior mientras que el lado izquierdo es oscuro. Hay quién dice que son capaces de atravesar el Estrecho en menos de una hora. No entran en la Bahía y en el Estrecho solo están de paso. 

 Cuando os encontréis a estas hermosas criaturas, parad las máquinas o arriar las velas. Respetadlas y observadlas. Merece la pena disfrutar y aprender de ellas. Son joyas naturales de nuestra comarca y un auténtico privilegio que debemos valorar y conservar.

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